lunes, 18 de julio de 2011

Bondades de las principales prácticas que permiten una adecuada administración integral de los riesgos.

Según lo aprendido anteriormente, se puede decir que el conocimiento y la gestión adecuada del riesgo operacional de una empresa, nos permite comprender el resto de los riesgos que amenazan a la institución, sin embargo, es indispensable enfatizar la necesidad de una administración integral de todos estos riesgos para comprenderlos, mejorarlos y reducirlos.

Si se busca plasmar un breve análisis de las principales prácticas que logran una adecuada administración integral de los diferentes riesgos, cabe separar las diferentes áreas de la empresa con la que se está trabajando, en dónde la participación de la alta gerencia, el monitoreo y la constante actualización de metodologías para disminuir los riesgos, son indispensables.

Contar con un entorno adecuado en el que prevalezca la responsabilidad para establecer el valores como el control de una auditoría interna independiente y el seguimiento mediante informes periódicos, entre otras cuestiones; son indispensables para la conexión y entendimiento entre la alta gerencia, el consejo administrativo y la auditoria interna, cuyas áreas aseguran el cumplimiento de los objetivos de control integral del riesgo.

Para el control de auditoría interno, se podría destacar un estricto programa de cumplimiento con los informes de Coso y Cobit; y con las medidas de la Ley Sarbanes Oxley. El informe Coso busca supervisar, comunicar y evaluar las acciones entre la alta gerencia, la gerencia y la auditoría interna, por otra parte, el informe Cobit evalúa, monitorea y se encarga del cumplimiento de los objetivos de control interno. Por último, la Ley Sarbanes Oxley consiste en un conjunto de medidas rigurosas y eficientes de control interno el cual, a través de transparencia en publicaciones completas de las transacciones financieras realizadas, evitan fraudes y riesgo de bancarrota de la empresa, buscando proteger al inversor.

Cabe destacar que entre algunas de las medidas de la Ley de  Sarbanes Oxley se encuentran la importancia de la responsabilidad empresarial, la supervisión jerarquizada, control y prohibición en el uso de información privilegiada, transparencia mediante informes certificados con toda la información financiera de la empresa, como se mencionó anteriormente, y prohibición de préstamos personales, entre otros. Sin embargo, el cumplimiento de esta ley trae consigo grandes costes y aun así no garantiza que no se cometan fraudes.

Con la crisis financiera actual podemos preguntarnos, ¿De qué han valido las prácticas utilizadas? ¿Valdrá la pena gastar tanto dinero en controlar la información contable de las empresas para que sigan ocurriendo fraudes?

Aunque la administración integral del riesgo es una práctica indispensable, no se puede confiar en que las herramientas que se tienen serán capaces de minimizar los riesgos, es por ello que se requiere de una constante actualización de metodologías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario